Revista digital de fotografía y viajes

Cómo ser cinturón negro en fotografía

Harry Fisch descansando en uno de sus viajes(O como pasar del moiré al boké en la ascensión hacia el Zen fotográfico)

Harry Fisch, fotógrafo y aventurero, empieza una nueva sección en nuestra revista revelándonos con mucho humor e ironía los pasos que debe dar todo buen aficionado a la fotografía para conseguir el "cinturón negro", o ascender hasta ese "zen fotográfico" que parecen alcanzar muy pocos elegidos, pasando del moiré al boké...

 

Cinturón Blanco.

Qué bien, tengo una cámara.

Solo quiero que las fotos salgan "bien". Nítidas  poco movidas. El color adecuado. La gente sonriente. Foto anárquica. Mágica. Tengo la  cámara y algo delante de ella  se mueve reclamando  mi  atención: un niño, una flor, un amanecer. La suegra en la playa debajo de la sombrilla.

Sé  que no hay nada  más en la vida que apretar el botón para que salga la foto.

Comentario  técnico: Cámara regalada. Automática del todo. No sé muy bien porqué la compré. Creo que me la recomendó mi amigo Luis.



Cinturón amarillo.
¿Qué es aquello que hice que salió tan bien?

Pues eso. De pronto hay una foto que ha salido mejor. Tiene un no sé qué que la hace distinta. Más seria. Más "Pro". Algún  amigo se ha parado y me lo ha dicho. Hasta la madre de Luisa quiere una -con Luisa- enmarcada para el salón.
Lo malo es que no consigo  hacer otra  parecida. Me he fijado que eso sucedió  cuando encontré la ruedecilla de la cámara y la llevé hasta una imagen que marcaba un sol.

Comentario  técnico: Me he dado cuenta de que la cámara tiene una ruedecita  con unas posiciones y que usándolas la cosa mejora.



Cinturón naranja.
¡Ah! No era la cámara la que fallaba.

Ya he comprendido que se puede actura  y alguna forma para  actuar sobre la cámara en función de lo que quiero obtener.  He empezado a leer en Internet consejos sobre técnica: la compensación de luz, cómo hacer fotos al amanecer, y otras  cosas del estilo. Empiezo a preguntar a  amigos. Entro en foros. Estoy a punto de comprarme una DSLR con dos objetivos. Y la bolsa. Y el  trípode de mierda -"look" muy profesional- que no me servirá más de seis meses.

Comentario  técnico: Esta claro que mi amigo Juan hace buenas fotos porque tiene una Canon inmensa con dos zooms. Mucho mejor que la mía. Y la bolsa. Y el trípode. Me tengo que comprar una como la de Juan, pero con todo.

© Harry Fisch

 


Cinturón verde.
Fascinación con la técnica

Como ya tengo la cámara Canon de iniciación.  los objetivos, la bolsa. El flash. Y el trípode (se me olvidaba el trípode), ya soy "experto".  No hago foto alguna  sin haber controlado todos los comandos de la cámara. El modo de medición de luz en ponderado con preferencia central, faltaba más, el diafragma en 5.6, que me han  dicho que es el mejor para la definición y profundidad  de campo. Mi familia ya  reconoce  mi vocación: "Luis", me grita Marta, "Haz la foto de una puñetera vez que llegamos tarde al hotel".

Comentario  técnico: Manejamos la cámara en modo manual.  Hacemos fotos con flash pero ya hemos comprendido que admite diferentes intensidades. Entendemos el histograma (¿qué narices será el Histograma?), pero no siempre. Planeamos algo las fotos antes de hacerlas. Nos tomamos algo de tiempo. El suficiente para cabrear a todo el resto de familia y amigos.



Cinturón azul.
Nivel habitual y eterno de estancamiento.

Nos hemos comprado el libro de Mellado. Hacemos fotos continuamente. Ahora sí que somos fotógrafos. Escribimos en los foros y damos nuestra opinión. Hemos vendido cámara y objetivos anteriores y comprado la Canon 5D mark III , dos zooms, un  prime. Usamos dos flashes. Tenemos paraguas y ventana. Nuestro equipo pesa muchísimo y nos preocupa la técnica. La definición  del objetivo 1,8 y el filtro Bayer que hace moiré (y lo que mola eso de decir  moiré).  Lo más importante: en los foros nuestra firma  relaciona todos y cada uno de nuestros objetivos. No se vayan a creer los colegas  que uno es un mindungui  sin material ni equipo.

Nuestras fotos son consistentes. Bien compuestas , bien iluminadas, bien tratadas. Nuestra temática previsible. Primer plano enfocado, el resto con bokeh (nos encanta repetir la palabra bokeh). Mucho claroscuro. Algunos hemos decidido que la fotografía "creativa" consiste en un HDR y luego definimos los bordes mucho. Eso sí que es ser  creativo.

Sin ningún carácter. Pero consistentes.

Comentario  técnico: Magnífica técnica. Hacemos de todo bien. Nuestras fotografías epatan a no aficionados y algún amigo. Buscamos foros en los que gusten y podamos hacer nuestro ego trip.  Son  fotos previsibles. Sólidas.  Pero hay millones de fotos iguales. bien compuestas , bien iluminadas, bien tratadas. Nos mosqueamos porque hay un tío pesadísimo  en el foro que mantiene  que nuestra  foto mola pero que "no le dice nada". Está claro que es pura envidia. Y además las fotos del "pollo"son  pretenciosas.

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Cinturón marrón. 
Parte técnica en "piloto automático".

Sabemos que técnicamente  no lo dominamos todo, pero también que, con nuestro actual nivel, consiste en  trabajarlo un poco y practicarlo. Casi todo lo hacemos en modo  "Piloto automático". Ya no requiere grandes esfuerzos técnicos ni demasiada atención. Nos preocupa el contenido de nuestra fotografía y estamos  cansados de la dependencia del  nuevo material que siempre sale en las webs.

Comentario  técnico: Maestría técnica: se nos  supone.  La inquietud viene del lado del mensaje, empieza a preocuparnos seriamente el estilo y el concepto fotográfico. Estudiamos  a fondo  los trabajos de los otros intentando comprender qué es lo que los hace distintos a los demás.



© Harry Fisch

Cinturón negro. 
¿La técnica?  ¿Qué es eso?

La técnica ha pasado a un nivel totalmente secundario. Solo importa el contenido. Estamos a punto de arruinar nuestra carrera fotográfica. Tarde, muy tarde, hemos comprendido qué es lo que nos gustaba de la fotografía.  Tarde también, sabemos que no basta con  ser meros notarios de lo ocurre.  Que nos aburre hacer la foto como la pre-ve el personal. Ese cliché cultural, tranquilizador, pre-visible.

Esta es la zona de disconfort. La del auténtico progreso artístico. La de mayor frustración personal y profesional. Aquella en la que nuestros trabajos, nuevamente, dejan de gustar a aquellos que los disfrutaban. Nada nos satisface ya. A nuestro alrededor la gente piensa que se nos ha ido la pinza. Facturamos aún menos que antes.  Nos preguntamos porqué Mc Louvry (nombre inventado cuyo posible  parecido  a alguno existente será, seguramente coincidencia) sí puede vender esas fotos movidas de colores desvaídos... y nosotros no.

Al fin: ya  somos Cinturones Negros.

Comentario  técnico: Hemos comprendido que la técnica y  la fuerza son importantes mientras  no  se posean. Una vez logradas, surge nuevamente la inquietud. Vuelta a la angustia de la ignorancia, constatando  que el camino está plagado de desilusiones. Tras el largo y duro recorrido  está lo que no esperábamos encontrar: la sencillez del contenido, sin decorado.

Aunque quizás todo ha estado y sigue donde siempre estaba, pero lo que ignorábamos es que el Zen fotográfico no se alcanza a través del Moiré. Ni siquiera  por  el  Bokeh...

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