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Hallstatt el pueblo de la sal

Reportajes Viajes 22 Mayo 2015 Nuria Castilla 5367 hits

Detalles: Categoría: Reportajes Viajes; Publicado el 22 Mayo 2015; Escrito por Nuria Castilla

Este pequeño pueblo austriaco de la región de Alta Austria, pertenece al distrito montañoso de Salzkammergut. La principal característica de esta bella población está condicionado por su situación geográfica, por un lado encajado en la falda de las montañas que le rodean y por otro bañado por las aguas del lago Hallstätter See .

Todo ello condiciona su configuración y así el pueblo trata de ganar espacio a la montaña con sus calles paralelas y escalonadas y por otro lado al agua donde las viviendas colindantes en lugar de garaje para coches tienen salida directa al lago para sus pequeñas embarcaciones.

Hallstatt el pueblo de la sal En cualquier caso esta situación geográfica configura la peculiaridad de este entorno y lo hace único. Bueno este dato es erróneo puesto que, tan bello es el lugar que una compañía metalúrgica china trabaja en el proyecto inmobiliario de copiar este pueblo y trasladarlo a Guangdong.

El nombre de Hallstatt proviene de la palabra celta Hall que significaba sal. Esta zona es muy rica en este producto y su extracción fue el origen de los primeros asentamientos. Hasta tal punto tuvo trascendencia la explotación del de la sal que dio nombre a la cultura de la Edad del Hierro denominada la “Cultura de Hallstatt”. Se cree que es la mina más antigua del mundo con unos 7.000 años de explotación.

Hallstatt el pueblo de la sal

Durante siglos estuvo completamente aislada y solo se podía llegar hasta allí por pequeños senderos o en barco hoy en día se puede llegar por carretera a través de un túnel. El vehículo se aparca y a partir de ahí lo interesante es pasear, perderte entre las callejuelas que dan a rincones con un gran encanto puesto que todo el pueblo está decorado con un gusto exquisito.

Los tejados de pizarra, las casas pintadas de colores cada una con una peculiaridad especial, una de ellas con un árbol que crece en la misma fachada, de las terrazas cuelgan flores de multitud de colores que dan una gran vistosidad a sus calles. Desde la calle principal llegamos a la plaza Markplatz que se abre a la izquierda con una fuente de piedra en el centro y que supone el espacio más amplio del pueblo.

Hallstatt el pueblo de la sal Podemos visitar 3 iglesias fruto del pasado de intensas disputas entre las diferentes religiones: Por un lado la iglesia protestante de estilo neogótico de 1863. El protestantismo tuvo una gran cantidad de files entre los mineros y debido a los enfrentamientos entre las distintas iglesias y al levantamiento de los predicadores evangelistas el arzobispo de Salzburgo suprimió la rebelión violentamente condenando a muerte a los obispos y expulsando a 300 protestantes de sus hogares en Hallstatt. Sería gracias al emperador José II que demostró cierta tolerancia que se permitió a los protestantes practicar su religión.

Por otro lado tenemos la Iglesia Parroquial Católica (Pfarrkirche) de origen románico de 1181 con una torre del SXII y terminada ya en el siglo XVI. En su interior alberga una auténtica joya con su altar gótico tardío. A su lado hay un cementerio muy peculiar con vistas al lago y a su vez un lugar muy peculiar digno de ser visitado, el osario Hallstatter Beinhaus. Debido al poco espacio para los enterramientos el tiempo de propiedad de las tumbas es limitado y cada cierto tiempo los restos deben ser exhumados y trasladados al osario.

Hallstatt el pueblo de la sal Para ello los limpian exhaustivamente, existe una tradición muy peculiar que es la de decorar las calaveras, se les pone el nombre, la fecha de nacimiento, los datos importantes como el matrimonio, profesión o la fecha de defunción, en algunos casos se pintan elementos simbólicos como rosas, hojas de roble, laurel, hiedra. En definitiva cuando entras en la capilla te encuentras toda una colección de huesos en la parte inferior y un mostrador que recorre la capilla toda una exhibición de hermosas calaveras a cual mejor decorada dando una sensación entre misteriosa y escalofriante.

Por último el pueblo cuenta además con la iglesia Kalvarienberg de 1711 que fue un regalo que hizo una pareja, quienes a su muerte sin descendencia decidieron donar su fortuna para su construcción.

Hallstatt el pueblo de la sal Después de haber dado un paseo por este encantador pueblo y saliendo un poco a las afueras, hay un parque que linda con el lago en el que se pueden disfrutar de unas espectaculares vistas tanto de los farallones de montañas que rodean el lago como del propio pueblo. Son las vistas tan conocidas de Hallstatt reflejado en el lago que junto con los cisnes que habitan allí hacen del lugar un punto inexcusable para fotografiar y disfrutar de un entorno idílico..

Desde ahí podemos subir, bien andando o en teleférico, a las famosas minas de sal, causa del origen y asentamiento humano en esta zona que han sido explotadas desde el 5.000 A.C. y del posterior florecimiento de la misma hasta la actualidad tanto que a la sal se la llama “el oro blanco de Hallstatt.

En el camino de entrada vamos encontrando una serie de postes con unos espejos muy curiosos que nos van informando de la flora, fauna historia e importancia arqueológica de la zona. Ya en el interior hacemos un viaje en el tiempo a lo largo de las galerías y salas en las que nos muestras las diferentes estados de la sal, recreaciones de cómo era la minería en la prehistoria y por supuesto uno de los mayores hallazgos arqueológicos de la zona el llamado “Hombre de sal” un minero de hacia el año 1000 a C. que fue hallado en 1734 en muy buen estado de conservación, gracias a la sal, junto con sus ropajes y herramientas, parece ser que falleció en un accidente en la mina. Hallstatt el pueblo de la sal