Tempelhof, La madre de todos los aeropuertos

Tempelhof, La madre de todos los aeropuertos

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El Aeropuerto de Berlín-Tempelhof (Flughafen Berlin-Tempelhof) es un aeropuerto situado en la ciudad de Berlín, Alemania, en los distritos municipales de Tempelhof-Schöneberg y Neukölln. Este aeropuerto cerró sus puertas a los pasajeros el día 31 de octubre de 2008.

A lo largo de su dilatada historia, ha sido testigo de los vaivenes alemanes, europeos y mundiales. Hitler lo utilizó en numerosas ocasiones; allí llegó en loor de multitudes el boxeador Max Schmeling en 1936 tras derrotar a Joe Louis; y allí aterrizaron los aviones del Puente Aéreo durante el Bloqueo de Berlín.

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Durante sus últimos  años fue el menos utilizado de los tres aeropuertos berlineses, debido a su situación, muy cerca del centro de la ciudad, que impidió la ampliación tanto de sus pistas como de sus terminales, por lo que las grandes aeronaves modernas, como el Airbus A340 o el Boeing 747 no podían aterrizar en él. De los casi 20 millones de pasajeros que utilizaron los aeropuertos de Berlín en el año 2007, menos de 350.000 utilizaron el de Tempelhof

En 1923, Leonhard Adler concejal de la ciudad de Berlín, planifico el nuevo aeropuerto de la ciudad con una gran visión de futuro. Donde comenzaban a llegar aviones de pasajeros y de transporte de Correos. Fue el 8 de octubre de 1923 la fecha en la que Tempelhof fue oficialmente considerado como un aeropuerto. La compañía aérea Lufthansa fue fundada en 1926, y tuvo su base en este aeropuerto. La construcción de la terminal se concluyó en 1927, y durante los años 30, el aeropuerto recibió toda clase de personalidades de numerosas partes del mundo.

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En 1924 se fundó la compañía Berliner Flughafen-Gesellschaft mbH. A partir de 1927 se fueron añadiendo cinco hangares, una torre de iluminación, la emisora de radio, edificio de la terminal, salas de espera, las pistas de cemento, una terraza de visitantes y un restaurante. Los arquitectos Enrique Kosina, Paul Mahlberg, y posteriormente, Paul y Klaus Engler, fueron preparando el camino el camino para el hombre que siempre estará íntimamente ligado con Tempelhof: el arquitecto Sagebiel Ernst (1892-1970).

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En un espacio muy corto de tiempo, el número de pasajeros pasó de 150 a casi 54.000 personas y, en consecuencia, Sagebiel, gerente del departamento de tareas especiales del Ministerio del Reich para la aviación, en 1935 le fue encomendado la construcción de un edificio completamente nuevo.

La construcción de este edificio coincidió con el comienzo de la guerra en 1939, siendo este un hito muy importante en la historia de la arquitectura aeroportuaria. Al terminar las obras, el aeropuerto fue considerado el edificio más grande del mundo. Ésta apreciación no ha cambiado mucho: hoy en día, sólo el Pentágono en Washington lo supera en superficie. El conocido arquitecto inglés Norman Foster describió este complejo como la "Madre de todos los aeropuertos".

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La terminal, construida entre 1936 y 1941, junto con sus edificios adyacentes, forma una estructura con la forma de un cuarto de circunferencia de más de un kilómetro de longitud. Los aviones podían realizar el rodaje directamente hasta el edificio, donde los pasajeros desembarcaban al abrigo de las inclemencias meteorológicas, gracias al enorme pabellón saliente que cubre la zona.

El aeropuerto de Tempelhof (llamado entonces Aeropuerto Central de Berlín-Tempelhof) tenía la ventaja de su localización extraordinariamente cercana al centro de la ciudad, por lo que, en poco tiempo, se convirtió en uno de los aeropuertos con más tráfico del mundo. Antes de la II Guerra Mundial, aterrizaban y despegaban en sus pistas hasta 92 vuelos diarios, cuarenta de ellos internacionales.

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El aeropuerto fue sólo una parte de las planificaciones del arquitecto Albert Speer para la remodelación de la capital del Reich. Para 1950, según las aspiraciones de Hitler, Berlín tendría que convertirse en la capital de Europa y ser rebautizada con el de nombre de «Germania», mientras que el aeropuerto estaría destinado a ser el cruce aéreo más importante del viejo continente. Sin embargo, las terminales sólo fueron concluidas después de la Segunda Guerra Mundial.

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Durante los años de la guerra y paralelo a la utilización de algunos segmentos de la construcción para la producción de armamento, el tráfico aéreo civil «normal» fue realizado desde el viejo aeropuerto de Tempelhof, original de los años veinte. Éste se encontraba, inicialmente, en el área de la actual pista de aterrizaje. De la verdadera extensión de las instalaciones subterráneas se tiene, generalmente, una idea equivocada: y ésta, es una demasiado pequeña. Esto se debe, entre otras cosas, al bien aprovechado espacio de los dos pisos ocultos, en el terreno, a desnivel entre la pista de aterrizaje y la actual “Plaza del Puente Aéreo“ (Platz der Luftbrücke).

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Los edificios administrativos y una parte del hangar poseen sótanos normales que fueron convertidos en refugios antiaéreos durante la guerra. Ilustraciones conservadas en las paredes, inspiradas en las obras del autor alemán Wilhelm Busch, dan testimonio del tipo de decorado de instalaciones tipo Bunker durante los años de la guerra. Estos refugios conocidos como los Bunkers de la aerolínea de Lufthansa, estaban especialmente concebidos para refugiar al personal de aeropuerto y la población civil que residían en los alrededores, protegiéndoles de los bombardeos que sufría Berlín durante la guerra.

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Paralelamente a los hangares, una vía férrea atraviesa el hangar principal por debajo de un túnel. En éste lugar se montaron aviones de caza de tipo Jukers JU87 Stuka durante la Segunda Guerra Mundial. A través de dos áreas de ingreso, a izquierda y derecha del cuerpo principal del edificio que desembocan en los patios del servicio postal del aeropuerto, se llega a éste llamado “túnel de correos“ (Posttunnel).

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Para ser lo más independiente posible de la infraestructura urbana se construyó una planta de abastecimiento de agua con dos grandes depósitos por debajo de las áreas verdes de la avenida Columbiadamm.

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En los sótanos de las alas laterales junto a la avenida Columbiadamm, además, construyeron una central eléctrica propia. Por debajo de la edificación se construyeron canales de abastecimiento, aún accesibles hoy en día. Estos fosos corren a la misma profundidad de cada parte de la construcción y tienen una longitud total de cinco kilómetros. Estos túneles llevan toda las conducciones de agua, calefacción electricidad y comunicaciones del complejo.

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Una de las particularidades del aeropuerto es el refugio antiaéreo que también se encuentra bajo las áreas verdes de la avenida Columbiadamm, el llamado “Dokumenten-Bunker”, calcinado cuando tropas soviéticas volaron la puerta de entrada en los instantes finales de la Segunda Guerra.

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Según cuentan este bunker tenia tal cantidad de documentos archivados que estuvo ardiendo durante días, generando tal cantidad de calor que parte del forjado llego a doblarse. También, existe otro refugio bajo el hangar en dicha avenida formado por arcos romanos fundidos.

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En 1994, se construyo un monumento de acero cerca del recinto del aeropuerto, el Columbiadamm, considerado como un recordatorio de uno de los momentos más oscuros de la historia alemana.

Aunque el edificio fue uno de los más grandes de Europa y del mundo con una superficie bruta de 284.000 m² se quedó sin terminar debido a la guerra. En abril de 1945 el Ejército Ruso se trasladó a Tempelhof. Pero algunas semanas más tarde, los norteamericanos tomaron el aeropuerto, reparando las partes dañadas y así comenzó los vuelos civiles entre Berlín y Nueva York en mayo de 1946.

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Durante el bloqueo de Berlín entre 1948-1949, aviones de carga aterrizaron cada minuto para mantener viva Berlín Occidental. El piloto Gail Halvorsen comenzó a arrojar caramelos desde la cabina de su avión durante las maniobras de aterrizaje y otros pilotos siguieron su ejemplo. Los aviones pronto se ganaron el apodo de "los bombarderos de caramelos", y se levanto un monumento para honrar a los pilotos caídos en la "Platz der Luftbrücke" –Plaza del puente aéreo- y debido a su forma era conocido por los ciudadanos de Berlín como el "rastrillo del hambre". A partir de 1951, Tempelhof, y más tarde el aeropuerto de Tegel, se convirtieron, para los refugiados de la DDR, en la única posibilidad para salir del oeste de Berlín sin ser controlados. En 1960, se contabilizaron un total de 1,5 millones de vuelos.

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Tras el final de la II Guerra Mundial, solo las potencias aliadas podían utilizar los aeropuertos berlineses. Este hecho, ratificado por una cláusula del Tratado de las Cuatro Potencias sobre Berlín de 1972, implicaba que las aerolíneas alemanas, como Lufthansa, no podían establecer rutas aéreas desde o hacia Berlín Oeste. Así, fue la America Overseas Airlines fue la primera compañía en establecer una ruta aérea hacia Berlín, desde Nueva York, el 18 de mayo de 1946. Las compañías que operaron en Tempelhof entre 1946 y 1990, fecha de la reunificación alemana fueron principalmente la Pan Am, British Airways y Air France.

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Además del uso militar, Tempelhof fue aeropuerto civil hasta 1975, cuando todo el tráfico comercial fue desviado al Aeropuerto de Tegel. Con la caída del muro de Berlín, el 9 de noviembre de 1989, la permanencia de la base aérea americana en Tempelhof perdía su utilidad, por lo que se inició su desmantelamiento, concluida en junio de 1993 con la retirada del Grupo Aéreo 7350 de las Fuerzas Aéreas estadounidenses

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Pero llegó el momento en que Tempelhof ya no fue capaz de hacer frente a la enorme cantidad de pasajeros que por su terminal viajaban. El aeropuerto de Tegel-Sur, que se construyo en 1974/75 se hizo cargo de los vuelos Charter y el tráfico de los vuelos de temporada vacacional. Tempelhof fue cerrado para el tráfico aéreo civil, pero se abrió de nuevo en 1985 para su uso por las compañías aéreas con aviones pequeños.

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En 1993 la Fuerza Aérea de EE.UU. entregó oficialmente a la compañía Berlín Flughafengesellschaft sus instalaciones en Tempelhof. En 1996 se tomó la decisión de cerrar la "Zentralflughafen Tempelhof" y trasladar el tráfico aéreo de aviones grandes al aeropuerto de Schönefeld.

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El 1 de noviembre de 2008, la empresa BIM Berliner Immobilienmanagement GmbH, compañía subsidiaria perteneciente al Estado de Berlín, asumió la gestión del edificio catalogado así como de los terrenos colindantes al aeropuerto. Desde entonces ha habido un gran interés en el uso de estas instalaciones únicas. Una serie de proyectos ya han sido concluidos. Otros están en desarrollo.

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Todo el tráfico de Tempelhof y Tegel (que también será cerrado) será desviado hacia el nuevo Aeropuerto de Berlín-Brandeburgo Willy Brandt, nombre que tomará el Aeropuerto de Schönefeld cuando sus obras de ampliación concluyan, inicialmente se estimaba que sería en 2011 sin embargo se ha ido retrasando la fecha de conclusión, las ultimas informaciones indican que se inauguraría en Octubre 2020.

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Tras el cierre del aeropuerto una parte del recinto histórico va a ser convertido en un museo histórico de la aviación con un parque público. Además, el ayuntamiento de Berlín plantea instalar un plató cinematográfico en el edificio y una zona residencial con viviendas al lado del parque.

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Tras su cierre, en 2008, la ciudad de Berlín decidió destinar la superficie de 386 hectáreas y uno de los edificios más grandes del mundo a su uso público. Hoy se compone de una zona de seis kilómetros para bicis, patines y footing, dos hectáreas y media para barbacoas y unas cuatro hectáreas para pasear a los perros, así como una zona gigantesca para picnics. Las tres entradas (Columbiadamm, Tempelhofer Damm y Oderstraße) están abiertas desde el amanecer hasta el anochecer.

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La historia del aeropuerto de Tempelhof parece que va a continuar.

Más información en

https://gruen-berlin.de/en/tempelhofer-feld  
https://www.visitberlin.de/es  
https://www.germany.travel/es/index.html 

 

Galeria Fotográfica 

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